¿Qué es un vino picado? ¿Puedo tomarlo, lo tiro o me sirve para algo?

Muchos de nosotros decimos que el vino “se pica” o que está “avinagrado”. Pero ¿Sabemos distinguir realmente o no si el vino está picado? ¿Conocemos el motivo por el cual se produce dicho efecto?. Conociendo o no el motivo, cada vez que le sentimos un olor que no nos gusta o un sabor que no nos agrada defendemos “con uñas y dientes” nuestra idea de que el vino que probamos está picado.

Creo necesario que conozcamos el motivo por el cual un vino se pica, además de aprender algunos “tips” para detectar cuando esta o no picado. Y finalmente en caso de que el vino efectivamente esté avinagrado, mientras nos desconsolamos por no poder disfrutarlo, poder tener un plan B de que manera poder utilizarlo en vez de derramarlo.

Comencemos con el primer paso. La fermentación acética es la fermentación bacteriana por Acetobacter, un género de bacterias aeróbicas, que transforma el alcohol en ácido acético. La fermentación acética del vino proporciona el vinagre debido a un exceso de oxígeno y es considerado uno de los fallos más comunes del vino. El ingreso de oxígeno a la botella se produce generalmente por un corcho que no ha cumplido su función, ya sea porque el paso del tiempo lo ha ido desgastando o bien puedo ocurrir por haberse expuesto a excesivo calor y esto haya producido un descorche parcial anticipado. También muchas veces queda vino en la botella cuando lo tomamos y lo guardamos unos días sin el debido cuidado. Para esto son ideales los tapones o los vacum.

La formación de ácido acético resulta de la oxidación de un alcohol por la bacteria del vinagre en presencia del oxígeno del aire. Estas bacterias, a diferencia de las levaduras que producen el alcohol, requieren de gran cantidad de oxígeno para su crecimiento y actividad.

Para distinguir un vino picado debemos recurrir a dos de los sentidos que intervienen en una degustación, el olfato y el gusto. Cuando llevamos ese vino a la nariz, sentiremos ese espantoso olor a vinagre. Al llevarlo a la boca el sabor agrio se adueñará de nuestro paladar y seguramente no nos dejará ganas de intentar probar con otro sorbo.

Si estos factores entran en juego, lamentablemente nuestro vino se ha picado y no será apto para tomarlo. Aquí el problema será otro ¿Qué hago con ese vino?. Si estás en algún restaurante devuelvaselo al mozo y si lo compró en alguna vinoteca o supermercado intente que le devuelvan su dinero, claro está dependiendo de cuanto tiempo haya transcurrido entre la compra y su consumo. No olvide que el proceso para que un vino se haya avinagrado puede haber ocurrido en su propio hogar.

En el caso de que estos intentos de recuperar lo que gastó en el vino o de conseguir que le cambien la botella no prospere, tampoco tire el vino. Hay otras posibilidades para su aprovechamiento. Ese vino puede ser utilizable para las siguientes opciones:

Limpiar vidrios:

El vino que se ha picado esta a solo un paso de convertirse en vinagre y por tal motivo puede transformarse en un limpia vidrios ideal para el uso hogareño. Tan solo tenemos que mezclar el vino que se nos ha picado con un poco de agua y aplicar esta mezcla sobre nuestros vidrios sucios. Le pasamos un trapo o un papel de diario y listo, ya tenemos nuestros vidrios limpios.

Lavar frutas y verduras:

Si bien nos parece raro, el alcohol del vino disuelve todas las impurezas que encontramos en la superficie de las frutas y verduras que compramos y además se encarga de exterminar varios agentes patógenos que habitualmente están en estos productos, como la salmonella y la esterichia coli.

Sacar manchas de grasa

El vino blanco avinagrado se convierte en un quita grasa muy eficiente. Su acidez ayuda a sacar esas molestas manchas de grasa en nuestra cocina o bien como un “combatiente” ideal para las manchas de grasa que ha dejado la perdida de nuestro auto.

Curar moretones:

Nuestras generaciones anteriores no tenían tantos remedios al alcance de la mano en el botiquín de sus hogares, ni tampoco una farmacia a pocas cuadras que atienda las 24hs. Por ese motivo recurrían a recetas caseras para curar en ciertos casos. Una de esas recetas es mojar un trozo de pan en vino y luego apoyarlo sobre el hematoma. De esta manera ayudaban a curarlo más rápido. El vino es rico en flavonoides, que es un antioxidante natural y cumple la función de un desinflamatorio.

Teñir telas:

Si queremos reciclar nuestra ropa usada o bien teñir alguna tela que teníamos guardada para hacer nuestra propia prenda. El vino se adhiere a cualquier tipo de tela y por ese motivo nos cuesta tanto sacar sus manchas cuando derramamos alguna copa sobre nuestra ropa.

Para teñir la tela debemos primero calentar el vino a fuego lento en una olla grande. Una vez hecho esto sumergimos la tela que queremos teñir en la olla con vino. Revolvemos durante algunos minutos y luego la dejamos allí hasta que el vino y la tela se enfríen. Cuando ya esté fría la sacamos la tendemos y la dejamos secar. Listo, tenemos un cambio de color de nuestra tela, que variará su color dependiendo del color del vino.

Mascara facial:

El vino tiene un gran poder antioxidante y esto ayuda muchísimo si se lo aplicamos a nuestra piel. El proceso para realizar la mascara consiste en mezclar dos cucharadas soperas del vino con cuatro de miel. Una vez que la mezcla sea consistente la aplicamos sobre la cara y el cuello. Dejamos que sus propiedades actúen durante 20 minutos y luego quitamos todo con agua tibia.

Cocinar:

El vino tinto es utilizado por muchos cocineros ya que potencia los sabores de los alimentos. De esta forma el vino puede usarse como un ingrediente más de tus comidas. El vino se lleva muy bien con varios alimentos, por lo que en este caso su uso sera de la forma en que tu libro de cocina lo indique o tu imaginación y originalidad lo interpreten.

Vino Blanco para limpiar el Tinto:

Las manchas de vino tinto son unas de las menos queridas. Son extremadamente difíciles de sacar. Pero ¿Que mejor que su mismísimo “rival” el vino blanco para combatirlas?. Solo debes aplicar un poco de vino blanco sobre la mancha tinta y frotarla un poco con un trapo. De esta forma tu problema se habrá solucionado.

Hacer vinagre:

Si dejas que el proceso de que el vino se convierta en vinagre continúe podrás usarlo luego para agregarle a tus ensaladas. Tendrás solo que dejar la botella abierta durante unas semanas y tu vino se habrá convertido íntegramente en vinagre.